Una compañía holandesa lanzó el año pasado un plan para construir de carreteras de plástico reciclado, iniciativa que fue mundialmente aplaudida. Actualmente Rusia se plantea la posibilidad de aplicar la misma tecnología para su extensa red vial.
Reciclar plásticos de forma innovadora: del mar a las carreteras
Un plan innovador
Cuando la compañía holandesa presentó su plan, explicaron que no sólo estimaban que reducirían la cantidad de desperdicios plásticos a destruir, sino que tambien lograrán una baja significativa en la producción de CO2, tanto en la construcción como en el uso de las carreteras, que serán más sostenibles y seguras.
Se estima que ocho millones de toneladas de plástico están a la deriva en los océanos y el 55% de nuestros residuos de dicho material todavía se incinera. Las empresas holandesas han buscado formas viables e innovadores con el fin de retirar el plástico del mar y darle un empleo ecológico y sustentable.
KWS Infra, que forma parte del grupo VolkerWessels (el mayor constructor de carretera de los Países Bajos) fue la organización que presentó este asombroso plan para convertir los residuos plásticos recuperados en las carreteras del futuro.
PlasticRoad: carreteras plásticas
La idea principal se basa en que cada sector de carretera se construiría por secciones prefabricadas en plantas especializadas y la materia prima empleada sería 100% plástico reciclado. Una vez terminadas se colocarían en su sitio definitivo y la carretera se habilitaría a la circulación.
Al ser elementos ligeros y fáciles de transportar se espera que los tiempos de construcción sean muy cortos, de apenas unos meses. Se estima que dicha cobertura será mucho más durable que el asfalto y necesitará poco o ningún mantenimiento, siendo resistente a la intemperie, impermeable e imposible de ser perforada por la vegetación.
La otra gran ventaja es que son huecas, por lo que permiten espacio para tuberías, cables eléctricos y especialmente para las conexiones de Internet, un tema muy importante para la empresa.
Internet VolkerWessels está invirtiendo en varios proyectos de renovación urbana e innovación con vistas a crear Smartcityes, incluyendo la colocación de los receptores de Internet a lo largo de las carreteras, ya sea en antenas y mástiles e incrustados en las luces de la calle y en las turbinas de generación de energía eólica.
Si el espacio interior de la cubierta pudiera ser utilizado para alojar conectores, el hecho de perder la capacidad de recepción cuando se entra en un túnel, sería cosa del pasado. Contar con una conexión sin interrupciones es una prioridad para el grupo VolkerWessels.
La empresa ya cuenta con el apoyo del ayuntamiento de la ciudad de Rotterdam, que fue el primero en demostrar interés en la implementación de las PlasticRoad en el municipio y es donde se están llevando a cabo las primeras pruebas.
Reciclado reciclable y huella de carbono
Otra de las grandes ventajas de este tipo de vías es que además de fabricarse con residuos, tambien resultan reciclables, por lo que es el complemento ideal para aquellas comunidades que se decantan por la Economía Circular.
A pesar de ser uno de los países más pequeños del mundo Holanda tiene una de las huellas de carbono más altas per cápita del mundo. Esto se debe especialmente a que la dependencia del consumo de combustibles fósiles es muy acusada.
Se espera que con las nuevas rutas plásticas se logre una disminución muy importante de dicha huella, considerando que la red de carreteras del país cubre aproximadamente 135.470 kilómetros y la mayor parte de ellas estás asfaltadas.
Rusia se “contagia”
De acuerdo con un informe publicado recientemente en el periódico Pravda, Alexander Starovoytov, diputado de la Duma Estatal de Rusia de la facción LDPR, ha hecho un llamamiento a la Agencia Federal de la Federación de Rusia de Caminos, para estudiar el proyecto piloto holandés de construcción de carreteras a partir de materiales plásticos reciclados.
Los rusos están entusiasmados con la idea de este tipo de vías, especialmente porque sería una forma más sustentable de cubrir los millones de kilómetros de rutas del país, con un producto que les permitiría dar un uso a sus desechos plásticos, que no necesita casi mantenimiento, no le afecta la corrosión y algo muy importante para ellos: resiste temperaturas muy extremas y dura casi 3 veces más que el asfaltado.
Según explica el artículo de Pravda los expertos rusos siguen con gran expectativa las pruebas que se están realizando en Holanda, con el fin de poder estimar cuan aplicable, costosa y factible puede ser esta iniciativa, si se aplicara en el gran país euroasiático.
Pero no solo los rusos consideran esta opción, ya que, si bien no han desvelado nombres, los directivos del grupo VolkerWessels reconocen que tienen solicitudes de varias naciones, que están vivamente interesadas en los avances del proyecto holandés.
Si bien las carreteras no serán una realidad hasta 2018, a partir del anuncio se ha despertado el interés por este tipo de rutas y su innovador sistema de reciclado en todo el mundo y se espera cerrar alianzas con otras ciudades que quieran poner en práctica iniciativas similares.
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